Premio Nobel de literatura escribió un perfil del mandatario venezolano
6 de Marzo de 2013
El escritor colombiano conoció al difunto líder en 1999 en un escenario particular: arriba de un avión y lleno de prejuicios. En su crónica, el autor va narrando cómo el encuentro cambió la imagen que tenía de un déspota Chávez por la de un hombre lleno de cariños, gustos e ideas. Hoy, a horas de su muerte, el texto vuelve a cobrar vida.
En 1999, el escritor y periodista colombiano, Gabriel García Márquez se subió a un avión con el presidente venezolano, cuya muerte ha enlutado a toda América Latina durante las últimas horas, para entrevistarlo. Su visión del líder, entonces, estaba sesgada por “la imagen de déspota que tenía formada a través de los medios”, según el propio autor aclara. Sin embargo, a través de una cálida conversación que se va desarrollando mientras la nave se va abriendo paso entre las nubes, el escritor va descubriendo un cariz nuevo, más humano, culto, empático.
El artículo fue, originalmente, publicado en la revista Cambio de Colombia en febrero de 1999, bajo el título “El enigma de los dos Chávez”. Este miércoles, el texto fue vuelto a publicar por la revista digital argentina Anfibia, medio que rescata crónicas latinoamericanas contemporáneas, y que la titula “El Sol de tu Bravura”.
Gabriel García Márquez inicia su crónica en un punto filoso: el fallido golpe de estado que encabezó el difunto líder y que le costó dos años de cárcel hasta recibir la amnistía por el presidente Rafael Caldera. El propio Chávez comenzó la entrevista narrándole este evento. “El presidente Hugo Chávez Frías me contaba esta historia en el avión de la Fuerza Aérea Venezolana que nos llevaba de La Habana a Caracas, hace dos semanas, a menos de quince días de su posesión como presidente constitucional de Venezuela por elección popular. A medida que me contaba su vida iba yo descubriendo una personalidad que no correspondía para nada con la imagen de déspota que teníamos formada a través de los medios. Era otro Chávez. ¿Cuál de los dos era el real?”, escribió el colombiano en el momento.
Así, el escritor va narrando la transformación que el venezolano vivió desde sus más tiernos orígenes en los que destacaba en cada tarea que se proponía. “El golpe de febrero parece ser lo único que le ha salido mal al coronel Hugo Chávez Frías. Sin embargo, él lo ha visto por el lado positivo como un revés providencial. Es su manera de entender la buena suerte, o la inteligencia, o la intuición, o la astucia, o cualquiera cosa que sea el soplo mágico que ha regido sus actos desde que vino al mundo en Sabaneta, estado Barinas, el 28 de julio de 1954, bajo el signo del poder: Leo. Chávez, católico convencido, atribuye sus hados benéficos al escapulario de más de cien años que lleva desde niño, heredado de un bisabuelo materno, el coronel Pedro Pérez Delgado, que es uno de sus héroes tutelares”, explicó García Márquez. El texto va dando paso a la historia de un niño que se convierte en joven y luego en hombre, desde sus primeros encuentros con la política, la historia y el marxismo al leninismo, y hasta su acercamiento posteriormente con lo militar. “La opción militar no estaba en la lista, ni a él se le habría ocurrido por su cuenta, hasta que le contaron que el mejor modo de llegar a las grandes ligas era ingresar en la academia militar de Barinas”, aseguró.
No sólo eso. En la historia de Hugo Chávez, según García Márquez, hay un roce con Chile. Uno no menor, ya que le valió su primer cuestionamiento hacia la política: “Pero su primer conflicto consciente con la política real fue la muerte de Allende en septiembre de 1973. Chávez no entendía. ¿Y por qué si los chilenos eligieron a Allende, ahora los militares chilenos van a darle un golpe?”, detalló.
La crónica completa, con sus altos y bajos y con cada una de las impresiones —sorprendidas— del escritor colombiano, puede ser leída en revista Anfibia, aquí.
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