Otra de #CFE; Denuncia empresario “Beto” Ayala abusos de la Comisión
Carta abierta de "Beto" Ayala ante abusos de CFE.
Hace cuatro semanas, el día 20 de marzo para ser más exacto, en plena semana santa, fui víctima de un atraco de película gansteril, tanto en mi casa matriz de Manuel Doblado y 13 como en las sucursales Vallarta y Fuentes Mares.
Hoy al enterarme por los diferentes medios de comunicación que la villanía se ha dado de igual manera en el kínder Williams James y el Club Social y Deportivo Britania de nuestra ciudad capital y en apego a mi posición de ciudadano luchador y empresario responsable, consciente del compromiso de honestidad y esfuerzo que ante las autoridades de mi nación y entidad debo. Acudo ante la opinión pública y autoridades respectivas, a fin de exponerles el atropello de que fui objeto, por parte de quienes tienen a su cargo la administración de servicios de la Comisión Federal de Electricidad en la ciudad de Chihuahua.
Ese aterrador miércoles 20 de marzo siendo las 10:30 horas, se presentaron en el negocio “Fotográficos Ayala” de mi propiedad, ubicado en Calle 13 y Doblado de esta ciudad capital, tres personas que se transportaban en una unidad de la CFE color blanco de reciente modelo, quienes sin mostrar orden o identificación oficial alguna, me avisó simplemente uno de ellos, que vestía el clásico uniforme color “kaky” y casco amarillo de la CFE: “jefe, con permiso, venimos a revisar sus medidores”. Acostumbrado a pasar por alto ese tipo de ocasionales actitudes por parte de los servidores públicos, no puse objeción y permití realizaran la revisión. Transcurridos 15 minutos se dirigieron a mí, y sin preámbulos me comunicó uno de ellos -que según investigué después, se llama Héctor Lerma, y es Jefe del Departamento de Asuntos Comerciales- “vamos a cambiar los medidores” ¿por qué cuestioné? “Al parecer hay un ILICITO” me contestó quien por cierto ostentaba la batuta en los actos del atropello.
¿Y eso qué es? pregunté “Estás moviendo el medidor, manipulando las manecillas y moviendo los sellos”. A caray, déjame tomarle fotos a los medidores antes de que se los lleven; lo hice meticulosamente ante las miradas de los tres, el que llamaban ingeniero con camisa de manga larga y en la bolsa un logotipo del Departamento de Atención a Clientes de nombre Raúl Oyarzabal y que ostenta el puesto de Jefe del Departamento de Medidores, además de Manuel Lucero Ramos que sólo observaba y aceptaba las acciones efectuadas por sus compañeros.
El “gordito” de Asuntos Comerciales, Héctor Lerma volvió a la carga: “Las patitas de entrada al medidor están rayadas, como que las sacan y meten continuamente; mire, este medidor de sello rojo, si es de aquí, pero no corresponde a la numeración y este otro, trae un sello de plomo, también es de aquí pero no corresponde el numero y para quitarlo y ponerlo se necesita una pinza especial que solo CF tiene, así es que por eso te vamos a cortar el servicio”. ?
Al escuchar eso en verdad me alarmé, -no pueden hacerlo así nada más- les manifesté –no pueden cortarme la luz dado que afecta la continuidad de nuestro trabajo, peligra el material que estamos procesando y las mismas máquinas, este negocio es honorable y se debe a la luz, si nos cortan el agua, el teléfono, el problema es mínimo sin efectos perjudiciales de inmediato.
Traté y traté de convencerlos de que se me permitiera más tiempo para solucionar el problema, acudir a mediar con sus superiores. “Mira, ve ahorita con la Lic. Paty Arana, que se encuentra en la Sucursal de 39 y Rosales, te damos una hora para que arregles”.
Para ese entonces, había transcurrido una hora, eran las 11:30 horas cuando me dirigí a la Sucursal de 39 y Rosales de la Colonia Obrera, la Lic. Arana no me recibió de inmediato; a las 12:30 me llamó mi secretaria para avisarme que ya habían cortado la luz en la matriz, le dije Pásamelos, me contesto “Señor ya se fueron, en cuanto cortaron. Yo les pedí que me dejaran desconectar las maquinas pero para ellos no había más que una orden superior y tenían que cumplirla y se fueron, además señor Ayala, me llamaron tanto Luis Carlos de sucursal “Vallarta”, como Christian de sucursal “fuentes mares”, que en esas tiendas hicieron lo mismo, cortaron el servicio, cambiaron medidores y sin más ni más se retiraron”.
La pesadilla continuaba, crecía su malévola consecuencia, los servidores públicos que habían asaltado mis negocios sin presentar una orden de cateo oficial y con base a un supuesto ILICITO, habían dejado tres fuentes de trabajo donde dependen 20 familias nulificadas, ejerciendo sin fundamento una atribución que legalmente no corresponde y una conducta que afecta en grado mayor, la integridad física de todas esas personas.
Como lo predijo mi secretaria, con el corte SUBITO de la energía eléctrica en matriz afectaron una de las impresoras-reveladoras especiales, al fundirse uno de los tres rayos laser que contiene y cuyo repuesto tiene un costo estimado de 170 mil pesos.
La Lic. Patricia Arana me atendió a las 14:30 horas, haciendo llamar a un Lic. de apellido Trejo, el cual me dio a conocer por medio de una anotación que después de hacer algunos cálculos, la casa Matriz debía de pagar 240 mil pesos, la “Fuentes Mares” 198 mil y la “Vallarta” 16 mil pesos, debiéndose pagar en un plazo no mayor de una hora y en efectivo. So pena de no reinstalar el servicio.
Le solicite a la Lic. Arana, me apoyara puesto que no contaba en ese momento con dicha cantidad, que me diera oportunidad de pagar por medio de tarjetas bancarias un 20% de los 454 mil que se me estaban adjudicando. Me respondió tajantemente que NO, y al comentarle del compromiso verbal que sus subordinados hicieron conmigo de no cortar hasta esperar su última palabra. Me respondió que sus subordinados habían hecho muy mal al prometer eso, puesto que desde un principio llevaban la orden tajante de suspender el servicio inmediatamente.
Cuatro semanas después de todo aquello, aún taladran mis oídos aquella tajante respuesta de la Lic. Arana a mis ruegos de comprensión, cuando me presentó el convenio donde se acentuaba y se daba como un hecho el ILÍCITO. Yo le solicite que se eliminara del convenio esa acusación que aún estaba en situación de comprobación, recibí como respuesta: “NO PUEDO CAMBIAR EL CONVENIO PORQUE ES YA UN -MACHOTE- SI NO QUIERE NO FIRME, PERO SI NO FIRMA Y NO PAGA, NO LE VAMOS A RESTABLECER EL SERVICIO”. No teniendo más alternativas, me vi obligado a cumplir todas y cada una de sus arbitrariedades.
Desesperado acudí a la súper intendencia regional, de la cual es titular el Ing. Fernando Galindo, no nos recibió, su segundo de apellido Lerma tampoco, y que parece que este Sr. Lerma es el causante de éstas órdenes de suspender servicios.
La que se apiadó de mi fue la secretaria del Ing. Galindo. Una agradable damita a la que llaman Flor, le repetí el ofrecimiento de pagar el 20% de la cantidad fijada, insistiéndole nuestra necesidad de trabajar. “Permítame hablar con él Ing. Me dijo Flor, y en cuanto tenga una respuesta le aviso por medio del celular. Después de tantas malas por fin me llegó una buena (?). “Sr. Ayala, aceptaron que pague el 25% del adeudo y lo demás a 6 meses con intereses”, me comunicó Flor, realmente era lo que yo quería, logré que me reinstalaran el servicio en la matriz de Doblando y 13, pero no así en “Vallarta” y Fuentes Mares.
Regrese con la Lic. Arana a pagarle en efectivo ese 25% autorizado que ascendía a mas de cien mil pesos y firme el convenio y un pagaré, fue así como nos reinstalaron el servicio de energía eléctrica después de tres días, es decir, el 23 de marzo.
Ya un tanto calmado, sin la presión y el mal sabor de esos momentos, habrá que establecer estrategias legales, acudir a la ley de transparencia que sobre pasa todas las leyes y da la razón a quien la tiene.
Ya pasada la semana santa, donde como era natural todas las puertas estaban cerradas y de vacaciones. Ahora le damos gracias a Dios que aunque bajo condiciones, estamos trabajando.
Fue el Lic. Noé Rojo, quien en un acto de piedad se compadeció de mí y me comunico lo siguiente: “te colocarán medidores digitales monitoreados por satélite en cada sucursal y matriz. Estarán ahí por dos o tres semanas para luego sacar un cálculo tomando en cuenta los consumos de esas tres semanas se irán dos años para atrás y ahí se podrá comprobar si existe ILICITO o no, ESTO FUE ALGO QUE NUNCA HICIERON.
Y yo me pregunto ¿por qué toda esa cadena de sucesos desatados ese miércoles santo 20 de marzo?, ¿por qué se maneja un ILICITO con pruebas supuestas y que al final se deberán comprobar? ¿Por qué se habla de cantidades y se exigen plazos y pagos de intereses a una jurisdicción federal? Esto suena ridículo.
De nuevo cito la ley de transparencia quien se habrá de encargar de dar la razón a quien la tiene, y por supuesto hacer justicia.
Soy Beto Ayala Duarte, tengo 65 años de edad, 55 dentro de la fotografía profesional aquí en mi tierra natal. Y jamás había pasado una vergüenza de ésta índole, aquí nací y de aquí soy, no le pido nada a nadie, sólo suplico que no me tomen como chivo expiatorio para fines malévolos, en toda la república mis amigos y compañeros fotógrafos profesionales de “Sociedad Mexicana” me llaman, “Beto el Chihuahua” y a mucha honra.
Al enterarme hoy de los idénticos atracos en contra del Kínder Williams James y Club Deportivo Britania, me preguntó ¿quién será la siguiente víctima? ¿Qué trama en contra de la ciudadanía el grupo encabezado por Héctor Lerma, la Lic. Patricia Arana, el Ing. Raúl Oyarzabal y el Lic. Trejo, Jefe de Cálculos? Personajes que actuaron en los asaltos a mis negocios y que supongo también están involucrados en el ataque en despoblado que sufrieran los compañeros del mismo dolor como son el Britania y el Kínder Williams James.
POR TODO LO ANTERIOR EXIJO.-
a).- SE ME PRESENTEN PRUEBAS DE MI AUN SUPUESTO ILÍCITO
b).- ACTAS EN MI CONTRA LEVANTADAS POR LA CFE EL 20 DE MARZO DEL 2013
c).- RECIBOS DE PAGOS EFECTUADOS A FIN DE QUE SE RESTABLECIERA EL SERVICIO
d).- CANCELACIÓN DE CONVENIOS EJERCIDOS BAJO PRESION Y FIRMADOS BAJO PROTESTA
e).-ME SEAN REEMBOLSADOS LOS EFECTIVOS ENTREGADOS Y SE SUSPENDA EL PAGO DE PARCIALIDADES ESTABLECIDAS POR LA CFE.
Con mis enteros e imperecederos respetos. Jorge Alberto Ayala Duarte
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