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lunes, 5 de mayo de 2014

Se reduce el poder adquisitivo de los asalariados con mayor escolaridad

Estudio de la Ibero Puebla destaca la pauperización

En México, no sólo los trabajadores que ganan el salario mínimo han visto caer su poder adquisitivo, también los empleados de mayores percepciones, incluidos los que poseen más años de escolaridad, "debido al ajuste a la baja que observan todas las remuneraciones" en los tres sexenios recientes.

El informe 2014 del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana de Puebla indica que a la par que se ha elevado el número de personas que no pueden adquirir la canasta alimentaria han surgido fenómenos poblacionales como el regreso de más personas mayores de 60 años a la actividad laboral o los mismos niveles de trabajo infantil.

Es decir, el mecanismo utilizado por las familias para sostener constante el ingreso del hogar es la integración de más miembros a la vida laboral.

El análisis, elaborado por investigadores y académicos de esta universidad, encabezados por el director del Observatorio, Miguel Reyes Hernández, señala que la "pobreza por ingresos" es una de las dimensiones que más afectan a la población nacional.

Esto es porque tomando en cuenta que el salario es la principal fuente de ingresos para la población –explica–, la pauperización de éste provoca que cada vez más mexicanos caigan en estado de pobreza o se encuentren en vulnerabilidad de ingresos.




Asimismo, la falta de compromiso de los gobiernos con los derechos económicos, sociales, y la ausencia de mecanismos para su exigibilidad han generado que el empobrecimiento de los trabajadores se profundice tanto de manera absoluta como relativa.

Por ejemplo, actualmente el minisalario equivale apenas a 25.2 por ciento del salario de finales de 1976. En ese año, con el mínimo que ganaba un obrero promedio podía adquirir mercancías equivalentes a 10 mil 800 pesos mensuales.

El análisis, en cuya elaboración participaron académicos como Miguel Alejandro López, Jorge Abascal y Eduardo Bermejo, e investigadores como Humberto Morales, Jeffrey Bortz y Cecilia Salgado, añade que en México la pauperización del salario "es un problema de carácter público"; sobre todo porque sin importar la posición de un trabajador dentro de una empresa, los años de escolaridad que tenga o su experiencia laboral, su poder de compra es cada vez menor.

“La caída del poder adquisitivo no ha sido exclusiva de los trabajadores de salario mínimo (…) la evidencia muestra que entre 2005 y 2012, sin importar el nivel educativo, la cantidad de mercancías que los trabajadores pueden comprar cada vez es menor” e incluso la caída en la línea de bienestar es mayor entre la población que cuenta con educación universitaria.

Ello se debe, asegura, a que la población trabajadora con educación universitaria ha tenido una pérdida en su poder adquisitivo de poco más de 21 por ciento en el periodo señalado.

Los salarios altos caen más rápidamente que los más bajos, pero todos los niveles salariales del país van perdiendo poder de compra, lo que tiene un impacto negativo en el nivel de vida de millones de personas y ha significado el abaratamiento de la mano de obra, la explotación con mayor intensidad y la precarización de las condiciones generales de trabajo.

Fuente: La Jornada

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