Es como un nuevo Fobaproa, sostiene el presidente de la Unión de Juristas de México
Abogados criticaron la propuesta de convertir en deuda pública los pasivos laborales de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) Y consideraron que, debido a los malos manejos que imperan, sobre todo en el gremio petrolero sería como darle carta blanca a la corrupción.
Arturo Alcalde Justiniani comentó que el énfasis no debería darse en la discusión entre quién paga: las empresas públicas o la Federación, porque finalmente es lo mismo, sino por qué siempre la población termina pagando el costo de la corrupción y del control de un sistema político que compromete invariablemente el futuro de los ciudadanos para cumplir con una serie de compromisos contraídos a espaldas de quienes van a terminar pagando.
Precisó que los pasivos de Pemex están formados por diferentes elementos; una parte es el salario; otra, pensiones y jubilaciones, pero también tiene todo lo que son supuestamente créditos laborales colectivos.
Agregó que el sindicato que dirige Carlos Romero Deschamps ha utilizado estrategias para que sus deudas finalmente las asuma Pemex.
El sindicato hace un juego: plantea violaciones al contrato colectivo de trabajo, van a la Secretaría del Trabajo y le dan carácter de convenio y Pemex paga una cantidad. Es un juego para recibir dinero con la envoltura laboral. Así lo hicieron con el dinero que le dieron a (Francisco) Labastida. Es un sistema corrupto hasta los huesos. Es una máscara de la corrupción en la que los líderes siempre terminan con ganancias indebidas y la población tiene que pagar lo que no debe.
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