Como hemos visto en cada discusión de reformas o de leyes secundarias, los partidos políticos, sin excepción, deciden retirarse de la comisión en donde se llevan a cabo las primeras presentaciones de los documentos que posteriormente se aprueban con toda la aplanadora en el Pleno. Se hace una pantomima, se disfraza que, al final, la aprobación está garantizada con las curules que ocupa el partido en el poder y sus satélites, el Verde y el PANAL. En la reunión que tuvo lugar ayer, los perredistas abandonaron la sesión de las comisiones unidas de Energía y Estudios Legislativos porque, a decir del legislador Zoé Robledo Aburto, las actuaciones de David Penchyna ultrajan a las minorías.
¡”Nos vemos en el pleno”!, le advirtieron al hidalguense y así será y tal vez no se den públicamente las mismas actitudes pero, al final, esa mayoría de la que se queja el del Sol Azteca, aplastará de nuevo a la minoría y se limitarán a oír, que no escuchar y mucho menos llevar al debate cada una de las reservas que presenten. Así hemos visto que han hecho en todas y cada una de las reformas y de las leyes aprobadas y ésta, la energética, que es en la que han puesto toda la carne al asador, no será la excepción. Así sucedió ya en esas comisiones de las que se retiraron para mantener su discurso electoral de negación a la reforma ya que simplemente fueron aprobadas en lo general. Pero, de una manera o de otra, los partidos opositores al tricolor adolecen de la misma cerrazón, de la vista corta, de la estrategia para ir salvando intereses de un presente al que dejan sin futuro.
Ya son muchas décadas en las que Petróleos Mexicanos y el propio gobierno federal a través de la secretaría del ramo y de la de Comercio solamente se dedican a la extracción, nada se ha hecho para buscar ingresar a las áreas petroquímicas con todos los adelantos mundiales. No se exportan gasolinas, ni aceites, ni parafinas, ni polímeros, ni fertilizantes, ninguno de los derivados del petróleo tiene el sello “hecho en México”. Lo que ha hecho grandes a las empresas extranjeras es la compra de la materia prima a un precio que dicen se fija en el mercado internacional pero en el cual tienen ascendente, y la transformación de ésta es lo que les ha multiplicado inversiones y utilidades. Y en el mismo tenor de perjudicar a los ciudadanos está lo de los pagos por el uso del suelo, de los campos maduros que dicen serán temporales pero ¿los daños a la tierra quien los va a pagar?
Aquí seguimos empeñados en vender el crudo, en entregar un bien no renovable para ir saliendo de cuanto compromiso económico adquiere el gobierno federal para cubrir necesidades que, si no se presentaran los niveles de corrupción al grado existente, la historia económica del país y sus habitantes sería otra. Y lo mismo sucede con el oro, con la plata. No han tenido quienes han dirigido a la Nación antes y ahora, la visión para transformar todo que va extrayéndose de las entrañas de la tierra. Resultó muy sencillo señalar que los precios que rigieron el mercado petrolero en los sexenios panistas no tenían registro ni antecedente, resultaron extraordinarios.
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