Militares y marinos, lo mejor que tenemos contra la delincuencia
Claudia Herrera Beltrán
Periódico La Jornada
Jueves 5 de mayo de 2011, p. 7
Horas antes del inicio de la marcha convocada por el poeta Javier Sicilia, cuyo hijo y seis personas más fueron asesinados hace más de un mes, el presidente Felipe Calderón señaló en un mensaje televisado que ya se ha detenido a varios responsables de éste y otros crímenes, y que no es opción retirarse de la lucha contra la delincuencia.
En respuesta a las exigencias de devolver al Ejército a sus cuarteles, el mandatario reiteró que los militares y marinos seguirán en tareas de seguridad interna por ser lo mejor que tenemos para enfrentar y capturar a los criminales.
Tras advertir que hay quienes de buena o de mala fe buscan detener al gobierno, pidió la comprensión y apoyo de los mexicanos que si bien –reconoció– sienten desánimo e incluso temor por la violencia, argumentó estar luchando por ti, por tu familia y por México.
El mensaje se programó de última hora y fue transmitido a las 9 de la noche por la mayoría de las cadenas televisivas, una vez que Los Pinos lo puso a disposición de éstas sin ser propiamente cadena nacional.
Vestido de traje negro, Calderón fue enfático en decir que seguirá esta batalla, porque retirarse implicaría dejar que gavillas de criminales anden impunemente en todas las calles de México, agrediendo a la gente y sin que nadie los detenga.
Comenzó por recordar que en semanas recientes hemos sido testigos de una serie de indignantes actos criminales, como los de migrantes en San Fernando, Tamaulipas, que como padre de familia y como Presidente –dijo– le provocaron un profundo pesar.
Señaló que responsables de estos crímenes fueron detenidos, lo mismo que quienes mataron a siete personas en el estado de Morelos, entre ellos a Juan Francisco, hijo de Javier Sicilia. El último caso, explicó, que nos ha agraviado profundamente y ha sacudido la conciencia social, razón por la cual perseverará hasta localizar y hacer pagar a todos los culpables.
Con el propósito de conseguir el respaldo de los mexicanos, expresó: Al igual que tú, yo también quiero un México sin violencia, quiero un México en paz. Pero esa meta no se va a alcanzar con salidas falsas. La solución está en ponerle un alto a los criminales, que son los enemigos de México.
Para vencer en esta batalla, aseguró, necesita la comprensión y el apoyo de los ciudadanos, sin que ello implique que hagan las tareas de la policía o del Ministerio Público. Probablemente tú, como otros mexicanos, te preguntas si esto puede cambiar. Y la respuesta es sí, sí puede cambiar. Las cosas pueden cambiar y van a cambiar para bien. Pero para hacerlo, hoy los mexicanos tenemos que sacudirnos inercias y enfrentar con decisión este problema.
Insistió en que no es opción retirarse de la lucha. Al contrario, hay que redoblar el esfuerzo, porque si dejamos de luchar, ellos van a secuestrar, a extorsionar y matar por todo el país. Porque dar marcha atrás significa empeorar las cosas.
La alternativa, añadió, es hacer cambios que requieren tiempo y un gran esfuerzo para poderlos cristalizar, como son la depuración de las policías, poner en marcha un sistema de justicia penal más transparente, acabar con la cultura de la impunidad para sembrar otra donde todo mundo cumpla con la ley y pague por sus delitos.
Por eso reiteró la urgencia de que los gobiernos de los estados y los municipios fortalezcan rápidamente a sus policías y ministerios públicos, y que como sociedad promovamos nuestros mejores valores.
Tú, como madre o padre de familia, puedes hacer mucho por México acercándote a tus hijos. Habla con ellos de los temas que preocupan, habla del peligro de las drogas con ellos, de las pandillas, de las armas, de la violencia. Tú tienes mucho que aportar, porque en la familia es donde México es más fuerte, aconsejó el mandatario.
Al final revalidó que seguirá adelante en esta lucha hasta alcanzar el México de libertad y paz que queremos, y dirigiéndose a los televidentes remató: Con tu apoyo, y el de todos los mexicanos de bien, lo vamos a lograr.
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