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martes, 17 de septiembre de 2013

Con desalojo del Zócalo, Peña "priorizó represión al diálogo": ONG

Más allá de las afectaciones viales a habitantes del DF, el problema de fondo fueron las modificaciones constitucionales en materia educativa, destacó la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos.

México, DF. El operativo implementado por las autoridades federales el viernes pasado para desalojar el plantón que los profesores disidentes mantuvieron por tres semanas en el Zócalo de la ciudad de México es una muestra de que la administración de Enrique Peña Nieto “priorizó la represión al diálogo” para resolver el conflicto generado por la reforma educativa.

Así lo consideraron integrantes de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (RTDT), quienes indicaron que más allá de la afectación vial a los habitantes del Distrito Federal, el problema de fondo fueron las modificaciones constitucionales en materia educativa.

“Resulta banal el debate sobre si tienen más derecho los maestros a manifestarse o los capitalinos a transitar con sus vehículos, pues sólo distrae del problema de fondo que es la reforma educativa. Hay que preguntarse: ¿Qué tiene que pasar para que un grupo tan amplio de educadores sacrifiquen su vida cotidiana para venir a instalarse en plantón al Distrito Federal?

“Se trata de una expresión de descontento con un trasfondo donde no hay (de parte del gobierno) diálogo ni un planteamiento de una agenda para resolver el conflicto que viene de mucho tiempo atrás y al no ser resuelto vienen acciones de afectación. La responsabilidad no está en el manifestante, sino en la autoridad federal que es incapaz de promover un diálogo”, subrayó Agnieszka Raczynska, secretaria ejecutiva de la RTDT.



Durante la conferencia en la que se dieron a conocer los detalles del Premio Rey de España, que le fue otorgado a la RTDT por unanimidad por el trabajo de las 73 organizaciones de derechos humanos que la conforman en defensa de esas garantías, Raczynska indicó que el desalojo de los profesores de la Plaza de la Constitución es una acción discriminadora.

Ahora, las “autoridades locales y federales tienen el poder de decidir quién sí y quién no se puede manifestar en el Zócalo y cuándo lo pueden hacer. ¿Cuál era el problema de que el Presidente diera el grito frente a los profesores? El problema de fondo no es el tránsito de la ciudad de México, sino la reforma educativa”, planteó la activista.

Agregó que contrario a lo que argumentaron las autoridades federales, el operativo no tuvo un saldo blanco, pues hay diversas evidencias (en fotografías y videos) difundidas en las redes sociales que muestran golpes, detenciones y represión contra docentes y otros manifestantes que permanecieron en el Zócalo.

Por ello, dijo esperar con interés los informes de las comisiones Nacional de los Derechos Humanos y del Distrito Federal.

Por su parte, Blanca Martínez, del Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, organismo que forma parte de la RTDT, la “represión” del viernes pasado resulta preocupante debido a que es una estrategia de continuidad “de la simulación democrática de sentarse a dialogar, pero no hay punto de acuerdo. Nos preocupa que esa sea la tendencia de todo este sexenio.

Para María de la Luz Estrada, de Católicas por el Derecho a Decidir, el uso de la fuerza pública para resolver conflictos “es una mala señal de un Estado democrático, donde las bases deben ser el diálogo y los acuerdos”.

Añadió que el conflicto que ha traído a profesores de distintas entidades del país a la ciudad de México no es un problema entre ciudadanos, sino un tema de la educación pública en México. “Lo que vimos fue represión y no que se establecieran las condiciones para un diálogo. Es urgente que Peña Nieto tome todas las medidas para instalar el diálogo y llegar a acuerdos”.

Fuente: La Jornada

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