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lunes, 13 de enero de 2014

Las dos caras de Pemex



Antes de la reforma el discurso afirmaba que necesitaba inversionistas privados para subsistir. Sin embargo ahora un estudio asegura que la paraestatal es altamente rentable y con muchas posibilidades de crecimiento. ¿Quién tiene la razón?

Petróleos Mexicanos recibe la reforma energética con la publicación de un cúmulo de información antes confidencial al presentarse como empresa productiva con muchas ganas de competir.

Sin embargo, la paraestatal presenta números que resultan contradictorios al asumirse como una de las empresas más rentables del mundo, que incluso duplicó su rentabilidad en los últimos cuatro años.

Lo que difiere de la realidad presentada por los promotores de la reforma energética en cuanto al desempeño de la petrolera.

Esta información aparece publicada para posibles inversionistas días después de que se aprobaron en el Congreso las modificaciones constitucionales que abren el sector energético al capital privado nacional y extranjero.

Así, Pemex advierte a los inversionistas que miran hacia México, donde está el negocio más jugoso.



La información, al ser pública, alimenta también a las petroleras que entrarían con los nuevos modelos de contratos.

En el informe a probables inversionistas, que se divulgó a finales de diciembre, Pemex advierte: la mejor parte para explotar petróleo está en la región tabasqueña del sureste, y los mejores recursos de shale están en Veracruz.

De colofón, informa al público interesado en la exploración petrolera que la región más prometedora en aguas profundas está en el Área Perdido.

Esta zona colinda con la frontera de Estados Unidos y se ubica exactamente en los terrenos que mañana martes 14 de enero perderán su categoría de restringidos para la extracción.

Los números que podrían ser discordantes muestran que Pemex es un “motor para el crecimiento de México” y que sostiene el 34 por ciento de la economía nacional.

Al mismo tiempo establece que todos sus campos en explotación a los que tiene derecho en la ronda cero aprobada en la reforma, se vendrán abajo en los próximos cinco años.

El repunte en la producción lo deja para los “proyectos en desarrollo”, es decir, aquellos en los que tendrá que competir con las petroleras extranjeras que entrarán al país a partir de 2015.

Desplome en campos petroleros

A pesar de que se dijo que uno de los objetivos de la reforma energética era lograr que las reservas de petróleo y gas se restituyeran en un 100 por ciento, esto ya se logró por dos años consecutivos, sin la necesidad de los cambios constitucionales.

El documento indica que durante el año pasado Pemex descubrió el 128 por ciento de las reservas que explotó.

Esto significa que no solo tiene en reservas probadas el total de lo que ha extraído, sino un 28 por ciento más.

La cifra es muy superior a la de los dos años anteriores, cuando la aún paraestatal logró tasas de restitución de reservas probadas de 107.6 por ciento y 103.9 por ciento. Este tipo de reservas son las más relevantes en el mercado internacional, ya que tienen una posibilidad de éxito de 90 por ciento.

Contradictoriamente, Pemex y el gobierno tienen un discurso dispar.

Mientras la administración peñista anuncia que gracias a la reforma energética se producirán 3 mil millones de barriles de petróleo diariamente en 2018, en conjunto de Pemex y los nuevos inversionistas privados, la petrolera asegura que lo hará solamente Pemex.

En su informe la paraestatal coloca un pronóstico de producción de 3 mil millones de barriles diarios en 2018.

Esto implica que la petrolera pretende lograr esta cifra aún sin la intervención privada, lo cual resulta nuevamente paradójico, ya que los promotores de la reforma aseguraron que no podría lograrse sin la “ayuda” del capital externo.

Los pronósticos se basan, nuevamente, en los proyectos “en desarrollo”, es decir, en fase inicial.

Todos los campos que ya están en funcionamiento tendrán una caída en su producción durante los próximos cinco años, según la perspectiva de producción que plantea el documento.

Los campos con contratos integrales, el Tsimin Xux, el Ayatsil Tekel, el Ku-Maloob-Zaap, Chicontepec, Cantarell y los campos en explotación, todos mermarán sus producciones durante el resto del sexenio peñista.

Aunque la perspectiva de la reforma energética se planteó “a largo plazo”, el documento cierra las gráficas en 2018 y no permite ver si habrá o no un repunte de los campos que ya tiene Pemex más allá del término de esta administración.

El sureste: la zona más prometedora

En su información, hecha pública en diciembre, Pemex asegura que se enfocará en las “reservas más prometedoras”.

Los números de reservas probadas que presentan indican que la mejor zona para explotación será la región del sureste, mayormente en el Activo Litoral de Tabasco.

Esta región tiene reservas probadas de 12.1 mil millones de barriles de petróleo crudo.

En esta lista, la región menos atractiva es la más cara y en que se ha enfocado mayormente el discurso del gobierno: las aguas profundas.

Las reservas probadas para estos campos son de 0.1 miles de millones de barriles de petróleo crudo, es decir, 12 veces menos de lo que tiene el sureste como probado para su extracción.

Sin embargo, en el rubro de recursos prospectivos, que muestra los campos que pueden registrar en un futuro mayor número de reservas, las aguas profundas ocupan el primer lugar.

De acuerdo con la experiencia petrolera, estos números “prospectivos” podrían moverse rápidamente hacia reservas explotables si los nuevos inversionistas privados descubren los campos más rentables en esa zona, que no han sido detectados por Pemex.

La mejor parte que la paraestatal presenta a sus posibles inversionistas para aguas profundas es la región conocida como Perdido, que pertenece territorialmente a Tamaulipas y colinda con la parte más occidental de las aguas profundas de Estados Unidos.

Esta es precisamente la región estadounidense que se encontraba bajo una moratoria después de la explosión del pozo Macondo, perteneciente a la compañía British Petroleum, y que perderá su restricción para ser explotada el próximo martes.

Con base en la información de los pozos exploratorios Trion-1 y Supremus-1, Pemex anuncia que el Área Perdido tiene recursos prospectivos “que podrían ascender a 8 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente”.

La información también contradice al secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.

A pesar de que este ha dicho que en las aguas profundas de México la posibilidad de éxito está entre el 20 y el 30 por ciento, Pemex informa a sus inversionistas que en esta región pueden subir hasta un 56 por ciento.

También da a conocer que, previo a la aprobación de la reforma energética, estableció acuerdos de colaboración para esta área con las petroleras Shell, British Petroleum y Petrobras.

Shale líquido, el más caro

El informe recalca lo que Pemex estuvo publicando durante todo el año pasado: los mejores recursos en lutitas (shale) no están en la zona de Coahuila, Nuevo León y Chihuahua, sino más abajo, en la cuenca que está entre Tampico, en Tamaulipas y Misantla, en Veracruz.

La división que realiza el propio Pemex de acuerdo con sus estimaciones para este tipo de recursos indica que la zona de Sabinas, en Coahuila, y Burgos, no son las mejores.

Las dos regiones que han sido más mencionadas cuando se ha hablado hasta ahora de shale contendrían únicamente gas seco, según el documento.

Este es el más barato del mercado, ya que cerró 2013 con un precio de exportación de 3.88 dólares por millón de pies cúbicos, de acuerdo con datos oficiales de la Agencia de Información Energética de Estados Unidos (EIA).

También en la zona de Chihuahua habría este tipo de gas, el cual no contiene ningún hidrocarburo de aceite, esto es, petróleo.

Pero más al sur, en la zona veracruzana que va de la frontera con Tamaulipas hasta Misantla, estarían los mejores recursos.

El informe detalla que “aproximadamente el 90 por ciento de los recursos prospectivos de lutitas en la cuenca Tampico-Misantla son hidrocarburos líquidos”.

De comprobarse estas predicciones, los nuevos inversionistas que llegarán a México gracias a la reforma energética, tendrían acceso a una región que no ha sido explorada por Pemex y para la cual no habría ronda cero.

En esta zona estaría concentrado el petróleo shale, que se vende en el mercado a un precio superior a los hidrocarburos que se extraen de la región de Cantarell.

Esto porque tiene características muy ligeras, casi similares a la gasolina, lo que requiere un mínimo de refinación para poder ser utilizadas como combustible.

Compite con las mejores, dicen

El documento divulgado por Pemex muestra que durante el año pasado tuvo ganancias por 126 mil 600 millones de dólares.

Entre las empresas del continente americano quedó por debajo en cantidad de ingresos de las petroleras Exxon Mobil, Chevron, Conoco Phillips y Petrobras, las cuales pagan porcentajes de impuestos de casi la mitad de los que hasta ahora eroga la paraestatal mexicana.

A pesar de esto su posición en el ranking mundial pasó de la 64, en 2010, al lugar 36, en 2013.

Es decir, mejoró su calificación por más del doble en apenas cuatro años.

Sus cifras de ingresos, sin embargo, descendieron durante el último año. Mientras en 2012 Pemex tuvo ganancias por 143 mil 44 millones de dólares, el ciclo que finalizó en diciembre bajó a 126 mil 600 millones.

La importancia que aún conserva Pemex para la economía mexicana también se expresa claramente en este informe.

La dirección de la petrolera informa que durante 2012 hicieron inversiones de capital por 23 mil 900 millones de dólares, más del doble que América Móvil, la empresa más grande que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores.

Eso convierte a Pemex, dicen ellos mismos, en un “motor de crecimiento en México”.

El organismo se considera a sí mismo también un “contribuyente clave para el gobierno mexicano”, ya que pagó en 2012 impuestos y derechos por 69 mil millones de dólares, es decir.

La paraestatal que estaba “a punto de la quiebra” sostuvo el 33.7 por ciento del total de los gastos del gobierno y el 7.6 por ciento del Producto Interno Bruto.


Fuente: Reporte Índigo

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